Vela: La quilla, su efecto en la navegación
La quilla es un plano de forma hidrodinámica colocado en la línea central del barco o línea de crujía y que sirve para contrarrestar el efecto que ejerce el viento sobre las velas impidiendo que el barco se desplace lateralmente y, a la vez, contribuir a la estabilidad del barco al aumentar con su lastre el par de adrizamiento. Cuando la quilla forma parte estructural del casco aumentando progresivamente de proa a popa, donde en este punto el calado será máximo, se llama genéricamente quilla o quilla corrida.
A lo largo del tiempo han ido evolucionando diversos tipos de quillas, desde la quilla maciza, corrida de proa a popa hasta la revolucionaria quilla Lexcen del "Australia II" ganador de la America's Cup 1983. Desde entonces se han ido experimentando otros tipos.
Al diseñar una quilla se tendrán en cuenta una serie de factores como son: área de la quilla; altura, que dependerá del calado máximo que debe tener el barco, de su longitud, sección y del volumen que pueda tener.
El área de la quilla debe ser un porcentaje de la superficie vélica de forma que el plano de resistencia lateral sea lo suficiente grande como para equilibrar la fuerza aerodinámica sobre el velamen.
Una quilla u orza bien diseñada debe cumplir los siguientes requisitos:
1. El área debe ser aproximadamente el 4% de la superficie vélica para que se produzca la suficiente fuerza hidrodinámica para mantener el barco a rumbo.
2. Tener el menor rozamiento posible y ofrecer un plano de deriva tal, que la fuerza hidrodinámica equilibre la fuerza aerodinámica ocasionada por las velas.
3. Proveer el espacio suficiente para alojar el lastre necesario para aumentar la estabilidad.
4. Amortiguar los balances del barco.
5. Mantener, juntamente con el timón, la estabilidad de rumbo, o sea, mantener el barco por algún tiempo sobre su rumbo sin tocar el timón. Esta estabilidad de rumbo resulta más efectiva en la quilla corrida; sin embargo ésta no contribuye a una buena evolución con el timón ya que el plano de deriva ejerce una gran resistencia al cambio de rumbo.
(Para más información ver el PATRÓN DE VELA, 1ª edic. 2009 de los capitanes J.B.Costa y Joan Costa Fäh).